LAS GOLONDRINAS OF BARCELONA, THEIR STORY
Barcelona Memory Barcelona Memory
53.1K subscribers
40,839 views
1.3K

 Published On Mar 13, 2021

Puedes compartir nuestros videos:    / @barcelonamemory  
Si quieres colaborar con una pequeña aportación para el mantenimiento del canal: https://es.tipeee.com/barcelona-memory.


LAS GOLONDRINAS DEL PUERTO DE BARCELONA. SU HISTORIA

El negocio lo abrió el cubano Leopoldo Herrera Hué, hijo de un indiano catalán y madre francesa. La familia había llegado a la Ciudad Condal huyendo de la guerra de Cuba. Recordando las embarcaciones de recreo de la bahía de Matanzas, decidieron montar el mismo modelo de negocio en Barcelona.

En 1884 con 12.100 pesetas de capital pusieron en servicio unos barquitos de vapor que, durante los fines de semana, conectaban La Puerta de la Paz con los baños de la Barceloneta. La flota, llamada el “ómnibus”, la componían tres embarcaciones: el Omnibus primera, Ómnibus segunda y Ómnibus tercera.

Feliciana Goñi compró la empresa (1888) bautizándola como “Golondrinas” pensando en la golondrina de mar caribeña que se adentra en el mar pero siempre vuelve a puerto. 8. El servicio se abrió el 1 de abril de 1888 una semana antes de la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona, frente al recién instalado monumento a Colón.

En las golondrinas también embarcaron los soldados destinados a Cuba y Filipinas (25/1/1896) para acercarlos a los barcos de vapor … y después (11/11/1898), al independizarse éstas colonias, volvieron a cumplir con el mismo servicio para los repatriados que volvían definitivamente a casa.

Un accidente fortuito ocurrió el 8 de agosto de 1908: A las 6 de la tarde estaba llegando a puerto la golondrina número 3.

Tras salir todos los pasajeros, el cobrador se dio cuenta que alguien se había bajo un banco de madera…No se le ocurrió otra cosa que darle una patada y… ¡booom! El paquete explotó quedando heridos él, dos trabajadores más de la compañía y un pasajero rezagado.

1922 también quedó para la historia. Era un domingo de noviembre de 1922 cuando a las doce y media de la mañana, como de costumbre, partió hacia el Muelle de la Barceloneta una golondrina abarrotada de familias. Durante la travesía, los pasajeros pasaron junto a los vapores “Canalejas”, el “Vicente la Roda” y el “Infanta Isabel de Borbón”.

​El “Canalejas” viró de repente situándose frente a la Golondrina… mientras se acercaba otro pequeño vapor de la Compañía Arrendataria de Tabacos que, sin tiempo de reaccionar, impactó contra la Golondrina quedando empotrado por un lado. Al separarse de la pequeña nave provocó una entrada masiva de agua en el interior de la golondrina que se hundió en pocos segundos… el accidente se saldó con 10 muertos y varios heridos.
Aparecieron otras empresas similares como las “Gaviotas”, (1923).

Macià i Casadevall, barquero del puerto, obtuvo la licencia (1922) y se asoció al empresario Rafael Gas y a un hombre de la profesión, Manuel Roca Muelas, que había sido buzo y había auxiliado, casualmente, a las víctimas del reciente accidente. Pusieron las taquillas junto a la de las “Golondrinas”. Esto amedrentó tanto a la señora Goñi que acabó por venderles su negocio.

Tenían su pequeña taquilla en la Puerta de la Paz frente al monumento a Colón que siempre que se paraba el tren junto a ésta, la quedaba oculta y bloqueada. Trabajaron hasta la llegada de la guerra civil que, por las restricciones de combustible, tuvieron que cesar la actividad hasta el fin del conflicto.

Al final de los años cincuenta, con la ampliación del ancho del rompeolas pudieron llegar los coches (1959) y las golondrinas establecieron en él también una parada. La verdad es que desde la aparición del 600 las “Golondrinas” vieron mermar sus clientes que preferían salir de Barcelona con su utilitario visitar la Costa Brava.

Se amplió la flota a cinco buques propulsados por diésel, más grandes y con dos pisos. De éstos, tres aún están en activo, “Lolita”, “Encarnación” y “María del Carmen”. En esos años, junto a la salida de las golondrinas, estaba atracada una reproducción de una carabela que se había utilizado en una película (1952-1990).

Para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 se recuperó toda la fachada marítima, se ampliaron el paseo Marítimo y las playas, se inauguró el Port Vell, la Villa Olímpica y el Puerto Olímpico.

Las “Golondrinas” también decidieron renovarse construyendo dos catamaranes para observar la costa desde el mar.

Casi al acabar el siglo (1997) se incorporó El Trimar y el Ómnibus, catamaranes de fibra de vidrio con capacidad para 190 pasajeros y grandes ventanales en su casco para poder ver bajo el agua…

Con la apertura de la bocana norte del puerto (2003) el recorrido de las Golondrinas de nueva generación se amplió hasta las playas de la Mar Bella y Nova-Mar Bella.


Hen día, ciento treinta y siete años después de su inauguración, las golondrinas siguen dando sus servicios a los barceloneses y turistas.

show more

Share/Embed