A mediados del XIX, bajo la influencia de la ilustración, comienza una intervención basada en el conocimiento científico-técnico de la flora en Europa. Uno de los botánicos más ilustres fue el sajón Heinrich Moritz Willkomm que tiene el reconocimiento mundial por su imprescindible aportación al conocimiento de la flora de la Península Ibérica y que todavía hoy es consulta obligada para investigadores de esta disciplina. Willkomm, desembarcó en Valencia en el año 1844 y visitó la Sierra de los Bosques de Chiva, la cual describió minuciosamente y la tomó como modelo representativo de las montañas valencianas y en la que descubrió más de una docena de especies que eran desconocidas hasta ese momento para la ciencia. Esta historia es una recreación ficticia aunque también contiene información real del viaje que realizó este investigador a estas montañas. Un guión asequible para todos los públicos que actúa como hilo conductor para que su protagonista (una joven actual) descubra la cultura de sus antepasados y la belleza de estos paisajes del interior de la provincia de Valencia, de los que Willkomm quedó tan maravillado; que le hizo volver seis años después…