La relación empresa-sociedad-ambiente se ha convertido en un tema de aspecto estratégico. La Memoria de Sostenibilidad, por ejemplo, constituye hoy en día la mejor forma de comunicación que tiene una empresa con sus grupos de interés. Además, es un elemento relevante de transparencia que fortalece tanto la reputación de la empresa como su capacidad de comparar y medir su desempeño ambiental, social y económico.Sin embargo, detrás de la memoria anual de sostenibilidad, existe un modelo y proceso de gestión de cumplimiento ambiental, el que a su vez debe ser mantenido y mejorado continuamente. No sólo para cumplir con la norma, si no para agregar valor a la compañía y las partes interesadas, desde la ciudadanía, con los cuales comparten la ubicación geográfica de las instalaciones, colaboradores a los cuales se les debe asegurar el fiel cumplimiento de la normativa medio ambiental, no sólo por su salud laboral, sino también personal y familiar. En adición al principal objetivo que tiene la relación con el medio ambiente y la ciudadanía, la empresa debe ser capaz de dar respuestas de manera oportuna y veraz a los accionistas y organismos fiscalizadores. Para lo cual debe contar con un sistema de gestión ambiental que opere de forma integrada, anticipándose a la materialización de los riesgos o amenazas, a los cuales se ven enfrentados, asegurando una relación sostenible de negocios en el largo plazo.