En el rincón más auténtico de Venezuela, donde el sol se funde con el horizonte llanero y la noche se viste de estrellas, dos titanes de la copla se enfrentan en un duelo sin precedentes. Bajo el manto de la tradición y el aroma de la tierra mojada, EL pollo de Moroturo y Panela de Zaraza nos sumerge en un contrapunteo que es más que un simple intercambio de versos; es un despliegue de habilidad, orgullo y pasión por las raíces más profundas de la cultura venezolana.

El escenario: una velada adornada por el fulgor de la panela y el eco de un cuatro que resuena como latido de la tierra. Aquí, el llanero del Toro, armado solo con su voz y su ingenio, reta al pollo moroturo en un toque de honor y destreza verbal. La noche se convierte en testigo de este enfrentamiento poético, donde cada copla es un golpe, cada rima un desafío, y cada pausa, un respiro en la intensa batalla de ingenios.

Desde el primer acorde, el llanero despliega un arsenal de versos que hablan de amor, valentía y la belleza sin igual de las mujeres venezolanas, arrancando aplausos y exclamaciones de un público entregado. No es solo un contrapunteo; es una celebración de la vida llanera, un homenaje a la sabana que les vio nacer y a las tradiciones que definen su identidad.

El pollo moroturo, no menos hábil, responde con la misma fuerza, tejiendo metáforas que pintan el paisaje de su querida Venezuela. Habla de la lucha, del duro trabajo en la sabana, y del orgullo de ser llanero, de llevar en la sangre el coraje y la determinación de sus ancestros. Su canto es un puente entre generaciones, un recordatorio de que, en el llano, la poesía y la vida se entrelazan en una danza eterna.

A medida que avanza la noche, el duelo se intensifica. Cada verso es más afilado que el anterior, cada estrofa más profunda. Los dos contrincantes, maestros de la palabra, se entregan por completo al arte del contrapunteo, demostrando que, más allá de la competencia, lo que los une es un amor inquebrantable por su tierra y su cultura.

Este contrapunteo no es solo un video; es una ventana al alma del llano venezolano, una invitación a sumergirse en sus tradiciones, su música y su poesía. Es un testimonio de la riqueza cultural de Venezuela y del talento innato de sus hijos para convertir la vida en arte. En esta noche de contrapunteo, el llano entero canta, celebra y se enorgullece de sus raíces, recordándonos que, en el corazón de Venezuela, la copla y el coraje florecen con fuerza inigualable.
Disfutalo hazta el final.