Comunicado público ADEEP
Gabriela Campaña Gabriela Campaña
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 Published On Oct 10, 2019

ADEEP, Asociación de Defensa del Entorno Ecológico y Patrimonial (Sector Poniente y Río Ñuble) es una organización territorial levantadas por mujeres y hombres de comunidades del sector poniente de Chillán, Provincia de Diguillín, Región del Ñuble, Chile, compuesta por alfareras y vecinas tanto de Quinchamalí como de Huape, Huechupin y Colliguay (ADEEP). La Asociación tiene como fin proteger los recursos naturales y patrimoniales del sector poniente de Chillán y el Río Ñuble.
Actualmente nuestro Sector Poniente y el río Ñuble están siendo amenazados por 2 megaproyectos de extracción de áridos: en Huape donde la empresa Arenex devastará 100 hectáreas de suelo mixto (en el cauce y terrenos de particulares) y, por otra parte, en Quinchamalí, donde la empresa Inmobiliaria e Inversiones PBH Ltda. devastará 419 hectáreas sobre el lecho del río.
Esta acción desmedida y desregularizada de las empresas chancadoras, que extraen ripios y recursos naturales no renovables de la orilla de los ríos, va dejando socavones y altera el ecosistema de aves y peces que habitan en este espacio. Desvía los cursos de agua, provocando pérdidas de agua en capas freáticas perjudicando al sector agrícola. Además, por una parte, altera la calidad de vida de la población con sus ruidos constantes y molestos; y, por otra, perjudica la salud por la emisión de polvo de sílice que daña al ser humano, la flora, la fauna y el agua.
Estos nuevos megaproyectos llegarán a incrementar enormemente en esta zona el daño que ya han causado este tipo de empresas; empeorando la conectividad de Chillan a Confluencia, y el tránsito, haciendo peligrosa la ruta por los baches que originan y las piedras que estos camiones de gran tonelaje dejan caer sobre los vehículos.
En la actualidad, existe falta de acceso a las riberas del rio Ñuble frente al poblado de Quinchamalí, Hupe y Huechupín, lo que ha provocado durante años la pérdida de tradiciones y costumbres propias de los habitantes como de sus alfareras
Por otra parte, grandes plantaciones de forestales, en los alrededores del poblado, han invadido y prohibido el acceso libre a obtener materias primas como la greda, las tierras de colores (colos) blancos y rojos y también ha puesto en peligro de incendios a la población durante este año 2019.
Las alfareras de Quinchamalí son reconocidas por el Estado de Chile como Tesoros Humanos Vivos (2014), poseen denominación de Origen (2017) de INAPI y está siendo postulada a la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Han sido reconocidas dos alfareras de una larga trayectoria: Victorina Gallegos Muñoz (Maestra artesana, 2016) y Mónica Venegas Rojas (Sello de Excelencia, 2017). Parte fundamental de la producción alfarera, es el acceso a los ríos donde las cultoras obtienen las herramientas como son los bruñidores, pequeñas piedras suaves, además de arena fina.
Exigimos que el Estado, Municipio de Chillán y autoridades relacionadas con el patrimonio tomen decisiones:
 A favor del resguardo de nuestro medioambiente y que se declare "zona de desarrollo patrimonial y agroecológico".
 Que las empresas que ya han funcionado ejecuten un plan de abandono y un plan de compensación social bajo el concepto de Responsabilidad Social Empresarial.
 Y NO queremos que se lleven a cabo los 2 megaproyectos ya mencionados.
¿Cómo podrían ser declarados nuestros acervos alfareros como patrimonio de la humanidad por UNESCO si están amenazados en su sustentabilidad? No es coherente enunciar que se quiere esa declaratoria como valor de todo Chile y no se la protege desde el Estado.
Es nuestro ENTORNO NATURAL HEREDADO y luchamos por su defensa y salvaguardia.

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