Todos sabemos que gracias a las primeras películas de rápidos y furiosos, varios modelos ganaron mucha más fama de la que ya tenían. Pero, ¿qué hubiera pasado si el Supra era reemplazado por algún otro auto? Puede que hoy no tuviera la fama que consiguió. Lo mismo podemos pensar con el Skyline GTR, el RX7 y muchos modelos más.
Hoy en día, con presupuestos de cientos de millones de dólares, la producción de rápidos y furiosos no tiene problema en comprar los vehículos que hagan falta o, en caso de ser necesario, en fabricarlos. Pero en las primeras entregas, la historia era diferente. Con un presupuesto ajustado, en vez de simplemente comprar y modificar modelos, con la intención de ahorrar, la producción decidió alquilar autos ya modificados a dueños dentro de la escena tuning.