Hechas las necesarias reparaciones en la primera parte, para que éste mueble pueda tener el uso para el que fue construido y liberada la mesa de los antiguos y estropeados barnices , en la segunda parte solo quedaba devolver su original belleza a esta mesa escritorio, con un barnizado lo más parecido al que hace más de cien años la terminó el artesano que la construyó. En esta tercera parte se da un acabado con gomalaca, aplicada con muñequilla, como se hacía antiguamente y perfectamente válido en la actualidad. Todo el trabajo de lijado de los viejos barnices, la buena aplicación del tapaporos o barniz de fondo y en minucioso lijado y pulimentado, serán fundamentales para conseguir un buen acabado, que comenzará a desvelarse a las primeras pasadas de muñequilla.