Una tragedia puede reducir a alguien a una silla de ruedas ó dañar sus cuerdas vocales y silenciarla para siempre. Lo que no puede quebrantarse, ni por la más grande de las adversidades, es la capacidad de lucha y superación del ser humano. Los deportes paralímpicos reflejan este potencial. Éstos, no sólo ayudan a personas con discapacidad a recrearse y competir. Les devuelve, ante todo, la autoestima, la funcionalidad y las ganas de vivir. El deporte es una práctica de superación personal, es un aliado del hombre.