Veo las hojas cayendo en el viento,
Y es evidente que fue
Permitido por Ti.
Pienso en el pasado incierto,
Cada injusticia y dolor
Que intenté olvidar.

No obstante, me abro a Ti;
Te ruego por paz y perdón.
Te entrego todo mi ser,
Y espero Tu tiempo.

Aunque la vida parezca en mi contra,
Y nada más tenga color,
Me aferro a Ti.
Cuando en mis tormentas Tú callas,
Es Tu silencio el obrar
Que no puedo medir.

No obstante, me abro a Ti;
Te ruego por paz y perdón.
Te entrego todo mi ser,
Y espero Tu tiempo.

No hay problema en ser feliz,
Si eres la fuente de la alegría.
Vivos colores pintarás,
Los sinsabores borrarás.

Ven, y toma mi corazón;
Tu mano es la que mueve mi vivir.
Ven, y muestra el camino a seguir.
Tú eres, oh Jesús, mi dirección.

Hoy me puedo alegrar.
Hoy Te puedo invocar.
Hoy confío en que vendrás,
Que a mi lado siempre estás.
Es Tu nombre el calor
Que aviva mi interior.
Todo el frío acabará;
Un radiante sol saldrá.

Veo las hojas cayendo en el viento,
Y es evidente que fue
Permitido por Ti.

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