Nuestra Hermana (Panchita) como se le decían de cariño. Nació en Cananea Sonora un 19 de Julio del año 1954, sus padres eran Ricarda y Daniel González. Junto a sus cinco hermanos; Manuela, Rubén, Carmen, Daniel y Adelaida.
Sábado febrero 28 del año 1976, fue el día que nuestra hermana Panchita al lado de su esposo Luis Calderón, entregaron sus vidas en servicio a nuestro Señor y Salvador. Siendo bautizados en el nombre de Jesucristo para perdón y redención de sus pecados. Y ahí naciendo la esperanza de la vida eterna en sus corazones.
A pocos meses de empezar sus vidas al servicio del Señor Jesucristo, se le fue dado ministerio a nuestro hermano Luis Calderón. Así nuestra hermana se convirtió en la esposa de un ministro. Ministerio que ella siempre respeto, pues ella entendía la enorme responsabilidad del ministro al aconsejar, guiar, servir y tratar a la grey. Siempre trato con amor y delicadeza los trabajos que se hacían en apoyo de la obra.
Después de tres años de ser bautizados, fueron bendecidos con el nacimiento de su hija Elizabeth Calderón en la ciudad de Nogales Sonora. En los años que seguían nuestra hermana acompaño a su esposo Hno. Luis Calderón a abrir un campo de evangelización en Nogales Sonora.
Durante los años en los que se establecía la segunda Iglesia, nuestra hermana Panchita padeció algunos problemas de salud. Entre ellos perdió sus ovarios. Pero ella seguía anhelando tener otro hijo. Fue en una campaña en la ciudad de Bacobampo Sonora donde ella le pidió al hermano Nazario Valenzuela, que orara por ella. Su petición era ser mamá, una vez más. En noviembre del año 1986 el Señor Jesucristo le respondió su petición, con el nacimiento de su hijo Jose Luis Calderon Jr. Dejando a sus médicos sorprendidos, ella declaraba su fe en el poder milagroso de Dios.
Nuestra hermana Panchita, siempre puso a Jesucristo en primer lugar. Aunque ella se casó antes de ser bautizada, ella tomo muy en serio la parte donde preguntan a los matrimonios, “Si están dispuestos a educar a sus hijos conforme a la doctrina.” Ella cuando le pidió al Señor por sus hijos, le dijo que ellos siempre tuvieran un corazón dispuesto a servir al Altísimo. Que no se aparten de su viña. Para ella era sumamente importante; educar, aconsejar y guiar a sus hijos conforme a la palabra de Dios.
Ella no solamente paraba con sus hijos. Nuestra hermana decía que no tenía un don, pero el Señor le dio el don más hermoso, el de aconsejar. Sus palabras y su convicción en la fe, han dejado un legado en las vidas de las personas que la rodeaban. Desde hermanos, sobrinos, amigos, aun hasta los enfermeros y médicos que la atendían. En los momentos en que nuestra hermana se encontraba enferma, ella siempre decía que se encontraba, Bendecida!
Su deleite siempre fue el gozo del Señor. Su plegaria siempre era la misericordia de Dios hacia su pueblo. Y en sus últimos días nos decía, tienen que ser Fuertes y muy. . . Pero muy valientes!
A nuestra hermana Panchita le sobrevive su esposo Hno. Luis Calderón Sr. Su hija Elizabeth Calderón, Su hijo Luis Calderón Jr. También sus hermanas Manuela, Adelaida y Carmen. También sobrevive el amor y el cariño que ella sembró dentro del pueblo de Dios.