En día recientes la Profeco reveló que las demandas por fraudes inmobiliarios crecieron durante la pandemia por covid-19. Diferentes fuentes comentan que el modus operandi más usado es a través e los remates bancarios que algunas instituciones fraudulentas venden prometiendo un inmueble a bajo costo y con un mínimo de requisitos. Se estima que este tipo de fraudes van desde los cien mil pesos hasta los 15 millones de pesos, donde la posibilidad de recuperar el capital invertido es prácticamente nula al ser una practica poco regulada.

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