1966. V./5037 MONOFONICO
SELLO: VErVE. HIGH FIDELITY
MONO RPM/33
Manufacturado Y Producido en Colombia Por Industrias Fonoton Ltda.
Licencia de: MGM RÉCORDS
Carlos Valdéz: PATATO
Eugenio Arango: TOTICO

LP: PATATO AND TOTICO
🇨🇺🇺🇸 #CUBAYESTADOSUNIDOSDENORTEAMÉRICA #SuRitmoAfrocubano🇺🇸🇨🇺

Por calles y callejones se vierte la alegre música, saturando sutilmente la lánguida noche tropical. Surge a un mismo tiempo de puntos diferentes. De las terrazas... de los balcones... colocándose por entreabiertos
Ventanales. Es que hay fiesta en el ambiente. El motivo es lo de menos. Han llegado invitados los cantantes callejeros. Las augustas mansiones españolas coloniales, que a través del morir de los años aún conservan toda su belleza, se estremecen de júbilo ante el contagioso ritmo afrocubano. Comienza la ceremonia. Una vieja ceremonia... tan vieja como la propia Cuba. Músicos errantes de todos los rincones... cantantes callejeros de ambos sexos, mantienen viva la tradición, entonando sus sugestivos cánticos al compás de instrumentos de percusión que se remontan a muchos cientos de años... a la época en que llegaron a instalarse las primeras colonias de esclavos africanos en la isla de Cuba.
Los Lucumí descendientes de los Yoruba, oriundos de Nigeria, celebran su Santería Lucumí. Es un hermoso rito religioso ampliamente diseminado, que incluye cantares al compás de tambores. Aún se escucha en Cuba esta expresiva música Lucumí con el acompañamiento del tambor de los Yoruba llamado "batá", un pintoresco instrumento de percusión de forma ampollada, que colocándose a través de las rodillas se golpea por los lados. Se utilizan con frecuencia tres de estos instrumentos, con distinto tono y de tamaño distinto. Se tiene la superstición de que los espíritus hablan por medio de estos tambores, y solo a los que profesan el culto se les puede enseñar a tocar el instrumento, que es parte de la religión misma.
La verdadera canción callejera Afro-cubana tiene sus orígenes en esos tribunales ritmos africanos, que amalgamados luego con ricas melodías de origen español dieron forma a una nueva combinación melódica, ardiente y sensual. Todo comenzó hace muchos años, con aquel ritmo negro de las primeras tribus que pareció arraigarse en lo más profundo del suelo cubano. Más tarde, en los comienzos del Siglo XIX, despojandose de su original carácter religioso, llegó a desarrollarse un nuevo ritmo Afro-cubano que ejecutaban diversas instituciones benéficas para celebrar festividades como el Día de Reyes. Con marcado entusiasmo y alegría, los miembros de estas organizaciones, vestidos con máscaras y disfraces, cantaban y bailaban por las calles esta excitante música compuesta especialmente para ellos.
La guitarra española no se hizo esperar mucho para asociarse con el tambor africano... y los admirables ritmos latinos, la rumba, el bolero, el son y la conga rápidamente se propagaron por todo el mundo (La conga que se baila fuera de Cuba es realmente una versión adulterada de la auténtica conga, que es más movida,, más dramática y verdaderamente creada para la exhibición.)
Adaptándose en todo momento a estos cambios en ritmo y estilo, los extraordinarios cantantes callejeros han mantenido siempre firmes su tradición. Conjuntos diversos de músicos errantes se siguen escuchando hoy ofreciendo su arte con igual entusiasmo. Genuinos ritmos africanos... La cadencia Inigualable de sus tambores junto a voces ricas en color y sentimiento, individualmente y en conjunto, siguen aún siendo la principal fuente de la expresión musical de Cuba.
Y ahora, con la magnífica cooperación de PATATO Y TOTICO se ha hecho posible la creación del más auténtico álbum de música popular callejera cubana jamás logrado. Los dos más grandes nombres en la profesión han conseguido reunir los más famosos constantes y músicos, entre ellos el gran padre de la música Afro-cubana. ARSENIO RODRÍGUEZ, EL MAESTRO DEL TRES. Patato(Carlos Valdéz) consideró uno de los más grandes ejecutantes de la conga, indiscutiblemente es también un maestro del tambor africano. TOTICO (Eugenio Arango), verdadero Rey de los Cantantes Afro-Cubanos, es el compositor e interprete de canciones como "Dilo Como Yo" (Lado 2, Corte 5), Motiagua y El Callejón. Curba (Juan Dreke) es un auténtico Lucumí en cuya voz evoca los lamentos y exclamaciones de sus antepasados, Los Yoruba de Nigeria. Otras voces, individuales y en coro, que se escuchaban en esta grabación. Son los Hermanos Héctor y Mario Cadavieco. Tony Mayarí y Virgilio Martí. Los instrumentos de percusión son ejecutados por PATATO, Cachao(Isrrael López) en el bajo. Papaito y Panchin (Francisco Valdéz) en las "claves", que son la esencia del vivo y saleroso compás de la rumba.
*PERSONAL:
Carlos "Patato" Valdéz: CONGA Y PERCUSIÓN. Eugenio "Totico" Arango: QUINTO, VOCAL. Arsenio Rodriguez: TRES. Isrrael "Cachao" López: BAJO. Papaito, Francisco "Panchin" Valdéz: CLAVES. Héctor Cadavieco, Mario Cadavieco, Juan "Curva" Dreke, Tony Mayarí: