Si buscas a Jesús solamente para tu propio beneficio, tienes un problema de egoísmo. Debe venir a la Iglesia a buscar a Jesús, a oír de Jesús y a conocerlo de verdad. Es importante que la Iglesia entienda la razón por la cual se congrega. Las Iglesias no son para el comercio, eso pervierte la razón de congregarse.

No te quejes por lo que no tienes, sino da gracias a Dios por lo que tienes. Es una forma práctica y feliz de enfrentar la vida en Cristo Jesús.

Filipenses 2:8: “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”

Jesús se hizo hombre para salvar a los hombres. Jesús se hizo creación para salvar a la Creación. Todos somos tan vulnerables que podemos morir por cualquier accidente, por pequeño que sea.
Jesús, siendo Hijo de Dios, se humilló al hacerse un hombre, con un cuerpo como el nuestro para salvar a la humanidad. Escogió la muerte más dolorosa y vergonzosa, por amor. Eso significa, quién no es capaz de hacer un sacrificio por amor, no ama.

Es necesario entender la humillación que Jesús enfrentó por amor a todos. Jesús padeció en la carne todo, por amor a la humanidad. Todos necesitamos la sanidad de Jesús. Nadie está exento de eso.

No necesitamos de alguien afuera para ser feliz, sino de Jesús adentro para tener la verdadera felicidad. Él nos hizo libres para amarle y vivir en libertad.

Juan 1:1: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”

A Satanás no lo venció un Dios, sino un hombre. Esa es su humillación más grande recibida por Satanás. Jesús fue hecho del polvo de la tierra, el mismo material de todos los hombres, y así venció a la muerte y a Satanás. Si Jesús no se hace carne, la redención del hombre sería ilegal.

Todo lo que Dios habla, es Jesús. La palabra se convierte en un decreto, y lo que es un decreto puede cumplirse. Por eso hay que guardar lo que hablamos.

Hebreos 11:3: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”

Jesús es el creador de todos los milagros que se hacen en la tierra. Entiéndase milagro, como una intervención de Dios en toda circunstancia de la tierra.

Todo lo que Dios hace para los hombres, debe ser hecho por hombres, debe pasar por un vientre humano, por eso Jesús se hizo carne.

Jesús es el único nombre dado a los hombres en el que podemos ser salvos. La única razón por la cual el Espíritu Santo sigue en la tierra es por Jesús, para que sea glorificado a través de Él. Por eso, nadie se salva recibiendo al Espíritu Santo.

Romanos 10:9: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Domingo 14 de Diciembre de 2014)