Estadio de Boca Juniors, 10 de noviembre de 2001

Ese fue el día en el que finalmente se le hizo un partido homenaje a Diego Armando Maradona. Con un Diego que poco tiempo atrás había estado al borde de la muerte y que en esa jornada, gordo, lento y todo lo que quieran, volvió a emocionar a los argentinos y al mundo. Con Pelé en el palco y muchas estrellas y amigos como invitados en la cancha, Diego jugó para la selección Argentina que por entonces dirigía Marcelo Bielsa. Y arrancó el partido jugando con la camiseta Argentina, para luego quitársela y terminar el encuentro con la de Boca, que Juan Román Riquelme, mucho tiempo antes de una pelea que los alejó, le había regalado.
Más allá del partido, lo que quedará en el recuerdo es el emotivo discurso final de Maradona, que nos hizo llorar, y en el cual dió vida a la inmortal frase "La Pelota no se mancha"

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