Así como en la anterior ley 734 de 2022 existió una etapa procesar preliminar, en la actual ley 1952 de 2019 también está presente, pero bajo la denominación indagación previa. Esta etapa tiene varias diferencias en relación con la que existió en la normativa anterior, debido a que esta va destinad a pretender develar la duda que exista sobre la identificación o individualización de quien se pretende investigar. La actual forma en la que se ha estructurado la indagación previa permite que se haga un breve momento procesal, posibilitando la relevancia de la investigación disciplinaria.

Si en la indagación previa no se consigue la individualización o identificación habrá de archivarse la investigación, la cual no hace tránsito a cosa juzgada material en tanto puede ser meramente formal, por lo que eso implicará que con posterioridad puede volver a investigarse, siempre y cuando no haya acontecido la prescripción.

Es de resaltar que en la ley 734 de 2022 la indagación preliminar tenía una finalidad mucho más amplia que la que el legislador ha expuesto en la reciente ley 1952 de 2019, pues en aquella se escudriñaba sobre aspectos mucho más de fondo, al punto que tenía, prácticamente, los mismos objetivos de la investigación disciplinaria.


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