El violín, instrumento celestial que me hipnotiza y me enamora.

Cada nota que emana de sus cuerdas hacia el mundo, hace que la vibración llegue a los más profundo de mi alma, donde el ego se desvanece, todo juicio o pensamiento desaparece, y solo queda la melodía que me encandila.

Eso lo hace la danza en general, pero cuando oigo y siento el alma de este maravilloso instrumento ... no importa la distancia a la que se encuentre de mi, si es en directo o a través de cualquier medio de reproducción el efecto se hace, siento como me derrito por dentro y algo desaparece en mi para dar lugar a otra energía.

Gracias violín por hacerme sentir tanto!!

Como siempre una nueva impro de una canción recién descubierta.

Este vídeo es un tanto largo, pero ahí estaba el experimento de que sucedería en las bajadas de mi energía, o a nivel de feeling musical. El resultado son estalladas de energía imprevistas y descontroladas, que me encantan y alguna sonrisa de vuelta a la realidad.

L.L.

Canción de la película Desafío de cuerdas - compositor Nathan Lanier