Published On Dec 1, 2016
Xipe Tótec
De manera implacable, cada marzo, en la fiesta mexica de Tlacaxipehualiztli, una vieja deidad reclamaba para sí a los mejores guerreros capturados en batalla y las mejores mazorcas, dando lugar a una descarnada ceremonia que recreaba los orígenes de la guerra sagrada. Esa divinidad prehispánica temible, potente y vital, es Xipe Tótec.
Es por relatos de los cronistas españoles, como Sahagún, que se conoce el papel que entre los mexicas desempeñó la celebración a Xipe Tótec, dejando entrever la importancia de los ciclos agrícolas, de la guerra y la organización de esta sociedad, en la que el concepto de la regeneración de la vida implicaba un vínculo con los dioses para que proveyesen el sustento primordial de los hombres: el maíz.
Carlos Javier González, relata que en la fiesta de Tlacaxipehualiztli, combatientes (prisioneros de guerra) y maíz, eran desollados, desmembrados e ingeridos. En un símil con el dios, investido con la piel de las víctimas ofrendadas, el grano era despojado de su cáscara una vez terminado el periodo festivo; antes y durante el mismo, se prohibía retirar la piel de la semilla mediante su cocción con agua y cal.