Viriato, un pastor convertido en líder de los lusitanos, se alzó como un símbolo de resistencia durante las guerras lusitanas contra la conquista romana en Hispania. Su figura se ha convertido en un ícono nacional tanto en España como en Portugal, donde su legado ha sido celebrado a través de una amalgama de leyendas y hechos históricos, resaltando sus victorias.

La realidad histórica de Viriato se conoce principalmente a través de los registros de los historiadores romanos, quienes lo describen como una verdadera pesadilla para las autoridades romanas en la provincia de Hispania Ulterior. Su ascenso como héroe entre los celtas y celtíberos durante la resistencia a la conquista de Hispania es reconocido y exaltado.

Viriato se destacó por su empleo de tácticas militares innovadoras, especialmente la guerra de guerrillas, que le permitió derrotar repetidamente a pretores y cónsules romanos en las provincias de Hispania Ulterior e Hispania Citerior. Estos éxitos militares le otorgaron una reputación formidable como líder rebelde.

Sin embargo, su historia también está marcada por la traición. A pesar de sus victorias, Viriato fue traicionado y asesinado por tres de sus hombres de confianza. Este desafortunado final terminó con la vida de Viriato, conocido como el terror de Roma, pero su legado perduró como un símbolo de valentía y resistencia contra la opresión extranjera en la historia hispana.