El disco debut de Ezmeralda es una exploración espectral de las visiones del inconsciente.

Luego de sepultar a su banda de cumbia gótica La MiniTK del Miedo hace 4 años y de caer en una profunda crisis personal y creativa, el colombiano Nicolás Vallejo se dedicó a buscar visiones para salir del silencio. Poco a poco, en medio de largas noches de experimentación con máquinas y efectos empezaron a revelarse los fantasmas del sonido que darían forma a Ezmeralda, su nuevo proyecto.

Producido entre Bogotá y los farallones de Sutatausa, en un estudio improvisado en una pequeña cabaña en medio del aislamiento, su disco debut es una selección de ensoñaciones: imágenes que, de la nada (y hacia la nada, también), se nacen y disuelven en la mente.

Peregrinaciones al sol, marchas oscuras de espíritus cumbieros, estados de éxtasis místico alcanzados a través de meditaciones de YouTube, ascensos al cielo de leyendas vallenatas, arcoiris coronando cascadas infinitas en el medio de la selva, noches de tormenta en la Bogotá más melancólica, pueblos tropicales tragados por el tiempo… el álbum es una secuencia de imaginaciones rebajadas una y otra vez, coloreadas por sintetizadores y reverberaciones y delays, y luego pasadas por las máquinas de cinta de su buen amigo Daniel Lofredo Rota –aka Quixosis–, quien les dio un acabado espectral y en estéreo, apenas para escuchar entre dormidos y despiertos.

Disponible a través del sello ecuatoriano de ambient + experimental También: https://tambien.bandcamp.com/album/pa...