"Clocks" es quizás una de las canciones más icónicas de Coldplay, lanzada en 2002 como parte del álbum "A Rush of Blood to the Head". Con su inconfundible riff de piano, esta obra maestra del rock alternativo ha dejado una huella indeleble en la música moderna.

La canción habla sobre la urgencia y el desasosiego, temáticas encapsuladas en las letras llenas de imágenes y el título mismo, "Clocks". La letra es poética, permitiendo diversas interpretaciones que van desde el anhelo hasta la reflexión sobre el paso del tiempo.

El elemento más distintivo de "Clocks" es su introducción de piano, que se ha vuelto casi sinónimo de la banda. La producción es limpia, resaltando cada instrumento—desde el piano hasta la guitarra y la batería—permitiendo que la voz de Chris Martin se eleve por encima de todo.

"Clocks" ha recibido múltiples premios y es una de las canciones más reconocibles del siglo XXI. Su influencia se extiende más allá del mundo de la música, habiendo sido utilizada en numerosas películas, programas de televisión y eventos deportivos.

"Clocks" es un pilar en el mundo del rock alternativo y una de las canciones más icónicas de Coldplay. Su mezcla de lírica emotiva, instrumentación impecable y producción magistral hacen de esta una canción que sigue resonando incluso dos décadas después de su lanzamiento.