la Vasija de Barro

La inspiración para hacer esta canción tan solemne es para resaltar el valor de las creencias en los rituales funerarios de la cultura inca, que con sus costumbres intentaban recrear el vientre materno a través de la vasija de barro para de esta forma preparar al cuerpo para un nuevo nacimiento.
El reto para este video es darle vida a la música mediante sonidos de la naturaleza, evocando los cuatro elementos y he aprendido nuevos instrumentos como el Saxofón Andino, también una versión reducida del Rondador como instrumento armónico, las Chajchas que van marcando el ritmo de Danzante Ecuatoriano y para una versión instrumental he realizado la melodía con el Violín. La historia de la canción la Vasija de Barro transcurre el 7 de Noviembre de 1950 cuando el pintor Oswaldo Guayasamín presenta a sus amigos su recién terminada obra llamada "El origen" que retrataba el ritual funerario de los incas cuando enterraban a sus muertos en vasijas de barro e impresionados sus amigos sintieron la ilusión de contribuir y el poeta Jorge Carrera Andrade escribió:

"Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro"

Hugo Alemán agrega al texto:

"Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños"

El pintor Jaime Valencia participa:

"Arcilla cocida y dura
alma de verdes collados
barro y sangre de mis hombres
Sol de mis antepasados"

Jorge Enrique Adoum puso la cuarta estrofa:

"De ti nací y a ti vuelvo
arcilla, vaso de barro
con mi muerte yazgo en ti
de tu polvo apasionado"

El maestro Gonzalo Benítez escribe los compases de la música en ritmo de Danzante Ecuatoriano.

El proceso de elaboración musical para este video es llevado a cabo con el sistema de loop station Bossrc505Mk2 con sonido en vivo.

Producción Audiovisual:
Karen Franco Lopez @karenfrancolo y Camilo Flórez Correa @camilosonoro

Lugar:
Parque Nacional Cajas Ecuador.
Agradecimientos:
Etapa EP en Cuenca Ecuador, quienes con mucho gusto nos dieron los permisos para hacer la grabación en el parque nacional Cajas y allí pudimos apreciar este hermoso paramo lleno de fauna y flora, un lugar que hace pensar el valor de apreciar y cuidar la naturaleza.
Agradezo al maestro Luis Gonzáles, constructor del Saxofón Andino y profesor en la elaboración del Rondador y también las amables personas que nos recibieron en Cuenca y a quienes estan fortaleciendo esta aventura de viaje