La frontera minera aurífera sigue creciendo sin freno en la Amazonía boliviana, afectando gravemente a las comunidades tradicionales y pueblos indígenas. Áreas de prospección, exploración y explotación de oro se imponen en sus territorios, sin respetar su derecho al consentimiento libre y previo. Empresas y cooperativas, mediante diversas estrategias de cooptación, avanzan hacia el río Madre de Dios y otros, desplazando cultivos e impactando en sus medios de vida y medioambiente. Conoce más en nuestro reportaje: