Actualmente desde la Tierra vemos siempre la misma cara de nuestro satélite, pero no siempre fue así. En su origen, hace miles de millones de años y tras una brutal colisión, tanto la Luna como la Tierra giraban sobre sí mismos y entre ambos a mayor velocidad mostrando en cada órbita la actual cara oculta.
La fuerza e marea entre ambos cuerpos es la responsable de la paulatina desaceleración y responsable de la actual sincronización entre traslación y rotación lunar, algo que ocurre en otras partes del sistema solar…