La gran fiesta de los muñecos ya se palpita en las calles platenses. Nacida en la década del `50, la costumbre de quemar momos hechos de madera, alambre y papel, se fue instalando paulatinamente en la Ciudad hasta convertirse en un rasgo de identidad y en parte de la cultura local.
Se trata de una verdadera fiesta popular que con el tiempo ha tomado una dimensión quizás impensada hace décadas atrás y que este año se reeditará en todos los barrios, cuando en los primeros minutos de 2015 ardan los 106 muñecos inscriptos en el registro de la Municipalidad de La Plata.
Integrar ese listado cuya inscripción cerró el viernes pasado forma parte del marco de las condiciones de seguridad para la tradicional celebración de quema de momos de fin de año. A la vez, permite ingresar en la lista de postulantes para un concurso a la mejor producción, que se definirá con el voto de los vecinos mediante mensaje de texto de la telefonía celular.