La trayectoria de la Iglesia cristiana es compleja y multifacética, marcada por un continuo esfuerzo por adaptarse y mantenerse fiel a sus enseñanzas originales mientras enfrenta los desafíos de diferentes épocas y culturas.

Pentecostés y el nacimiento de la Iglesia (aprox. 30 d.C.)
Pentecostés: Poco después de la ascensión de Cristo, los apóstoles y otros seguidores de Jesús recibieron el Espíritu Santo durante la fiesta judía de Pentecostés en Jerusalén. Esto es considerado por muchos como el nacimiento de la Iglesia cristiana, ya que los apóstoles comenzaron a predicar abiertamente el Evangelio.
Primeras conversiones: El apóstol Pedro dio un sermón que llevó a la conversión de miles de personas, iniciando la expansión del cristianismo.
2. Expansión inicial y persecuciones (30-313 d.C.)
Misión de los Apóstoles: Los apóstoles y otros discípulos viajaron por diversas regiones del Imperio Romano y más allá, difundiendo el mensaje cristiano. Pablo de Tarso, en particular, jugó un papel crucial en la expansión hacia el mundo gentil (no judío).
Persecuciones: Durante los primeros siglos, los cristianos fueron perseguidos por el Imperio Romano, ya que su fe monoteísta contrastaba con la religión oficial romana. Sin embargo, esto no impidió que la fe se propagara, incluso en medio de la clandestinidad.