Estimados Obispos, Pastores, Misioneros y Hermanos.
Paz de Cristo!

SERIE DE PENSAMIENTOS “HECHOS, NO PALABRAS”

LA ORACIÓN NOS DA PODER PARA TESTIFICAR.

Hechos 1:12–14 “Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”

Introducción: Sin el poder de lo alto es imposible emprender algo en la obra de Dios. Como el reino de las tinieblas está en constante lucha contra el Reino de Dios, necesitamos de una fuerza poderosa y sobrenatural para contrarrestar el poder de satanás y sus demonios. Los discípulos tuvieron por delante una tarea humanamente imposible de cumplir: conquistar el mundo para Cristo. Hoy nos toca a nosotros continuar con esa tarea “hasta los último de la tierra”.

I. SOMOS TESTIGOS DEL PODER DE DIOS.

A) El propósito de Dios “hasta lo último de la tierra” no es Roma sino el mundo entero. La historia sigue mostrando que todo el mundo está bajo el ojo de Dios. Él se encarga de preparar y enviar a sus siervos a los lugares más remotos para que se cumpla el mandato: “Id y haced discípulos a las naciones”.

B) Somos embajadores en Nombre de Cristo. 2 Corintios 5.20-21 “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.

C) A medida que los embajadores avanzan, aprenden nuevas verdades sobre el poder de Dios. Como algunos de sus primeros discípulos, también hoy algunos abandonan su responsabilidad de ser testigos.

D) El problema es que se “acostumbran” demasiado rápido a ser ciudadanos de su patria terrenal y nada más. Hoy podemos meditar acerca de la importancia de ser testigos vivos del poder y salvación de Jesucristo y también aprender a recrearnos en lo que debemos hacer, y no a tratar de seguir buscando argumentos para permanecer inmóviles ante tan magna tarea encomendado por el Señor.

I. LA ORACIÓN ES LO QUE TRAE EL PODER DE DIOS SOBRE SUS DISCIPULOS.

1. Características de la oración de los primeros discípulos.

A) Oraron en quietud.

Hechos 1:13,14 “Y entrados, subieron al aposento alto… Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”.

Hechos 2:2-4 “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.

B) Oraron en unanimidad. Hechos 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego…”

Hechos 2:1 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”.

Hechos 4:24 “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay”

C) Oraron con perseverancia. Hechos 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego…”

D) Oraron con inteligencia. Leer Hechos 1:15,26. En este pasaje el apóstol Pedro les habla a unos 120 discípulos reunidos, recordándoles que todo lo que sucedió con Jesús estaba dentro del perfecto plan de Dios y también la necesidad de reemplazar al traidor testigo de Judas, por uno que sea fiel y comprometido con la tarea que Cristo les había encomendado.

Es así como señalaron a dos (Justo y Matías) y habiendo orado “la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”.

Conclusión. Después de la ascensión de Cristo al cielo, los apóstoles regresaron de inmediato a Jerusalén y SE REUNIERON PARA ORAR. Jesús les dijo que el Espíritu Santo vendría sobre ellos dentro de no muchos días, de manera que TENÍAN QUE ESPERAR EN ORACIÓN. Cuando usted enfrente una tarea difícil, una decisión importante, un dilema confuso, SU PRIMER PASO DEBE SER ORAR POR EL PODER y la dirección del Espíritu Santo. No se apresure en el trabajo ni espere que salga como debe. De todos modos, SU PRIMER PASO DEBE SER ORAR a fin de que el poder del Espíritu Santo le guíe. Hoy necesitamos permitir que el Espíritu Santo tome el control de nuestras vidas y nos haga útiles como testigos de Cristo. ES NECESARIO ENTONCES QUE OREMOS, TAL COMO LO HICIERON LOS PRIMEROS DISCÍPULOS.

Oramos desde las 6.00 Hs a 6.30 Hs.
El Señor les dé un día muy bendecido junto a sus familias.
Obispo Alberto Ahrens.