[3 de 3 conferencias en el Retito de Parejas SANAR Y FORTALECER, edición 2019.]

1. INTIMIDAD Y SEXUALIDAD

Es una realidad que nos afecta profunda y externamente a todos.

Es una realidad que vive horas de trivialización y consumismo.

Hay mucha confusión, entre otras razones por mucho ruido y presión política.

Es una realidad de difícil diálogo en las parejas.

Es un tema que muchos predicadores y sacerdotes y movimientos prefieren evitar.

2. ANTICONCEPTIVOS

Un anticonceptivo es una barrera voluntaria entre sexo y procreación. Con consecuencias: el sexo tiende a ser visto como un entretenimiento (y negocio) y la procreación tiende a ser vista como un derecho, un desafío puramente tecnológico (y un negocio).

La principal barrera es psicológica: hay que "cuidarse" del niño, cómo uno se cuida de una enfermedad o de un animal peligroso. esa Barrera se instala profundamente en las redes neuronales de la persona y luego afecta para siempre la relación entre padres e hijos.

La mentalidad de anticoncepción es una autopista abierta a la mentalidad abortista. De hecho el personal sanitario en las clínicas de abortos reconoce abiertamente que muchas mujeres están utilizando el aborto como un método anticonceptivo más.

Los anticonceptivos son el recurso más frecuente para preparar el corazón hacia la infidelidad.

El apoyo a los anticonceptivos tiene motivaciones económicas muy fuertes que no están disimuladas en las campañas de sexo seguro.

El recurso a los anticonceptivos interrumpe o elimina posibilidades muy hermosas de comunicación en la pareja y sobre todo de acercamiento a la compleja y bella realidad del cuerpo femenino.

No debemos olvidar el impacto que tienen los anticonceptivos en la salud especialmente de la mujer.

3. EL MITO DE LA FAMILIA AUTOSUFICIENTE

Muchos católicos piensan ingenuamente que si van a misa con alguna frecuencia, celebran los sacramentos básicos de sus hijos, no son malas personas y tienen algunos principios morales claros ya con eso es suficiente. A este modo de pensar lo llamamos el mito de la familia "autosuficiente." Y la llamamos así porque ese tipo de familia cree que no necesita de más comunidad ni parroquia. Muy pronto, al ver las decisiones que toman los hijos, a medida que van creciendo, les causa estupor y decepción, incluso si tratan de consolarse con frases típicas como aquello de "ahora las cosas son así..."

Queremos insistir en la necesidad de comunidad, por varias razones:

La comunidad es necesaria porque en el mundo real mucha gente va a tener influencia sobre tus hijos, y si pretendes ser familia autosuficiente, llegará el momento en que, ante tus hijos, serás tú contra el mundo... y el mundo ganará.

Sin comunidad nos dedicamos simplemente a quejarse estérilmente de "cómo va de mal el mundo."

La comunidad, como una familia, te enseña a compartir.

La comunidad te inspira; cosas, obras, enfoques que no se te hubieran ocurrido los ves realizados en otras personas.

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