"Yo quiero darle una vuelta a mi destino y sé que a través del estudio voy a lograrlo" dice Yady Cristina Sepúlveda Tumble, una joven de 23 años que trabaja a diario como ordeñadora en una finca de Sabanalarga, su municipio. Yadi es además conocida en el pueblo por sus enormes dotes histriónicas y su capacidad para las fonomimicas, un ejercicio que la ha llevado a ser reconocida como una de las habitantes más vitales de esta localidad. "Muchos dicen que estoy loca, pero cada cosa que hago yo la veo como una oportunidad para continuar avanzando. Yo no puedo perder de vista que tengo una hija que aún está muy pequeña y en un pueblo como este, o te conocen, o eres invisible".