Te cuento de donde nace esta idea. Esto de mirarme con ojos de psicóloga era algo que yo estaba haciendo en mi proceso de terapia con mi psicóloga sin darme cuenta. Poco a poco conseguí ir integrando esa forma de mirarme de mi psicóloga.

Cuando me sucedía algo malo y yo empezaba con mi voz machacona a criticarme, poco a poco empecé a mirarme con ojos de psicóloga. Me imaginaba a mi misma con mi psicóloga en sesión e imaginaba lo que ella me diría y cómo ella reaccionaría al contarle lo que me había pasado. De esta manera y poco a poco (no pasa de repente y, a veces, lo conseguía y otras no) fui aprendiendo a mirarme de otra manera. A mi es algo que me ha ayudado mucho en diferentes momentos de mi vida y quería compartirlo contigo porque estoy convencida de que es un ejercicio valioso que a ti también puede ayudarte.

Si nunca has tenido una psicóloga y no sabes cómo es la mirada de una psicóloga, no hay problema. Igualmente puedes hacerlo. Imagínalo. Seguro que alguna amiga te ha contado alguna experiencia con su psicóloga o en alguna película has visto cómo es la mirada de la psicóloga hacia su paciente. Usa toda esta información para hacerte una idea.