El día que los chilenos tenían todo arreglado para ganar su primera copa América 2015.
Sergio Jadue, por entonces presidente de la Asociación Nacional de Fútbol de Chile, ejerció su presión ante el paraguayo Carlos Alarcón (presidente del Comité de Arbitrajes de la Conmebol) para que cambiara al árbitro venezolano José Argote, designado inicialmente para arbitrar el partido Chile-Uruguay por los cuartos de final.
Concuerdan detractores y adherentes que la participación de Jadue en la Copa América fue vital; desplegó todo su arsenal de contactos en la Conmebol”, dice el informe.
“Un episodio sorprendió a los más incrédulos -dice la crónica-. Antes de la designación del árbitro para el partido frente a Uruguay, un árbitro venezolano aparecía como el elegido. Jadue, frente a dos testigos, encaró al paraguayo Carlos Alarcón, presidente de la comisión de arbitraje, exigiendo otro nombre. Le dijo que él era su jefe directo y que recordara que cuando, en seis meses más, estuviese toda la plana de la Conmebol presa, iba a tener que responderle por esto. Alarcón, consultado por ‘Sábado’, reconoce la preocupación de Jadue por el partido, pero descarta la discusión. Al final, el brasileño Sandro Ricci arbitró el juego”.

El partido en cuestión es el del recordado caso del dedo de Jara a Cavani, situación que ameritó la expulsión del delantero celeste.
El árbitro Ricci no vio la agresión de Jara (meter un dedo entre las nalgas es claramente una agresión) pero sí vio la reacción de Cavani que apartó al chileno poniéndole la mano en su cara. No hubo agresión de parte del salteño, pero a criterio de Ricci esa acción ameritó una tarjeta amarilla que, sumada a la que ya tenía, determinó su expulsión.

Ese encuentro terminó mal, con otra roja para Fucile, con Tabárez desencajado protestando como nunca se lo ha visto, y con sanciones duras hacia el maestro y también hacia Mario Rebollo, su asistente técnico.

¿Y qué pasó con Argote?

El árbitro venezolano que Sergio Jadue rechazó para dirigir Chile-Uruguay en cuartos de final, fue designado por Alarcón para el encuentro siguiente de Chile, el de semifinales ante Perú. En ese encuentro, la actuación del venezolano (el mismo del escandaloso arbitraje de la semana pasada en Nacional de Medellín-Huracán) fue perjudicial para los peruanos. Su trabajo resultó claramente localista, beneficiando a Chile en cuanta jugada pudiera hacerlo.

Después de tantas denuncias confirmadas por casos de corrupción, después que se confirmó que Sergio Jadue participó en hechos delictivos al punto tal que fue suspendido de por vida para actuar como dirigente de fútbol, después de haber visto tantas irregularidades en esa Copa América, todas en favor de Chile, no cabe otra que preguntarse ¿estaba todo arreglado?













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