Tepito: Fiesta de San Francisco de Asís Tepito
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 Published On Oct 13, 2015

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#LaTranza #Tepito #Historia San Francisco de Asís Tepito, Fiesta que se celebra al Santo Patrono del Barrio de Tepito cada 4 de Octubre, "Tepito (teocal­tepiton): Teocali-tepiton: pequeño tem­plo, ermita, capilla".

En la plaza Fray Bartolome de las Casas en el populoso barrio de Tepito de la Ciudad de México, existía en la época prehispánica. en el lugar donde ahora se encuentra la parroquia, se hallaba un templo llamado Teocaltepiton. Una pequeña pirámide donde “La gente más pobre” rendía culto a sus dioses, en los tiempos de la colonia."Tepito (teocal­tepiton): Teocali-tepiton: pequeño tem­plo, ermita, capilla".

En ese lugar, los Franciscanos con la ayuda de los indígenas construyeron un pequeño templo de tipo “Colonial Primitivo” y se le conocía con el nombre de San Francisco “El Chiquito”.

La fecha exacta de su fundación se ubica entre fines del siglo XVI y principios del XVII, Lauro E. Rosell en su libro “Iglesias y conventos de México” en 1979 informa que el 17 de Septiembre de 1743 fue colocada la primera piedra de la Torre y que para 1862 fue reparada totalmente: este pequeño templo fue convertido en parroquia.

El templo originalmente se dedicó a San Antonio El Pobre, y luego paso a ser San Francisco de Asís, al que se le festeja su fiesta patronal el 4 de octubre.

La fiesta al entrar al barrio se percibe, se escucha la banda, los cohetes, la música, la feria, los rechinidos de los juegos mecánicos y los gritos de adrenalina. Los vecinos de Tepito se unen para festejar la fiesta de San Francisco de Asís, se reúnen en el mítico campo del Maracaná para presenciar el partido de Las Gardenias, partido en el que homenajearon a su creadora Barbara.

Desde el mediodía hubo espectaculares encuentros de lucha libre y box, en la calle de Toltecas frente al Mercado 14 de frutas y verduras. Los pupilos de los maestros demostraron valentía sobre el ring, ya que estos encuentros sirven a los pugilistas para foguearse y perder el miedo.

En la cancha de futbol Manolete Hernández, mejor conocida en el barrio como Maracaná, se efectuaron grandes encuentros de la liga de Tepito.

Al anochecer se mezclan los olores a garnachas, alcohol y un poco de pastito vasilador, ese olor a petate que se mezcla con sudor a gardenias, penetrante perfume. Por fin llega el tan esperado juego estelar Sui Géneris del Barrio dedicado a su creadora.

Un equipo conformado sólo por travestis se enfrenta con el Ebraye, uno de los equipos de la liga local. Las Gardenias salen corriendo sujetando una Manta con la foto de Barbara, iniciadora del equipo las Gardenias. Todas llevan en las manos unas rosas que posteriormente arrojarían a su publico despues de una porra.

Los gritos de los asistentes no se hicieron esperar, los chiflidos y las porras animaron el encuentro, al verlas salir, los 500 asistentes hicieron vibrar al Maracaná que lució triste y oscuro.

Un encuentro que da un gran espectáculo y disfrutan tanto en gradas como en la cancha. Las gardenias ganan siempre los encuentros, pero ese espectáculo es inigualable y muy esperado entre los vecinos del barrio bravo, pero respetuoso.

Tepito lo festeja a lo grande con feria, encuentros deportivos y alcohol a raudales. El partido es el final de los encuentros para darle inicio a la quema de castillo, final del festejo en el barrio y nadie quiere perdérselo. Los cohetes avisando el inicio del castillo, comienza el espectáculo visual: los fuegos artificiales.

Las gradas abarrotadas, la cancha comienza a llenarse. Docenas de personas invaden el mítico estadio Maracaná para presenciar el castillo, el aire comienza a mezclarse con pólvora, chiflidos y los estallidos de los cohetes; la gente grita mientras disfruta una gran luna que se combina con los fuegos artificiales estallando en el cielo tepiteño.

Los habitantes recorren las calles del barrio, llenas de antojitos mexicanos: Tacos, gorditas, pambazos, quesadillas, postres, micheladas y bebidas preparadas. Los niños juegan con las canicas, los dardos, las redes de pescar para ganarse ese premio esperado o quizá inesperado, pero da igual, se disfruta. Los juegos mecánicos abarrotados de chamacos, esperando la oportunidad de subirse y sentir esa sensación de adrenalina.

Los vecinos del barrio empiezan a retirarse, los puestos a levantar la mercancía, la feria comienza a desarmar esas estructuras metálicas que por ese día disfrutaron los chavitos del barrio. La fiesta del Santo Patrono de Tepito concluye con gran felicidad y bonita convivencia en el Barrio Bravo de Tepito.

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