La meditación o mindfulness para niños se hace a través de ejercicios de relajación y visualizaciones creativas, de forma que sea fácil para ellos mantener la atención.

Tiene numerosos beneficios en los niños, influyendo tanto en el trabajo escolar como en todos los aspectos de su vida.

La capacidad de concentración aumenta, los dotes artísticos se desarrollan, los niños se sientes más centrados y dan rienda suelta a su imaginación y creatividad de forma constructiva.

A nivel emocional les ayuda a perder el miedo, a ganar seguridad en sí mismos, mejorar en la expresión de sus sentimientos y a desarrollar la tolerancia y amor hacia uno y hacia los demás.

Los niños que son muy inquietos y nerviosos, a través de una práctica regular, verán como poco a poco, alcanzan un estado de calma y serenidad.

Cuando la meditación se hace por la noche, disfrutan de una quietud absoluta y lleva a los niños a las puertas del sueño sin apenas darse cuenta.

Además, si meditan con sus papás o mamás, es una forma de establecer un vínculo muy especial, proporcionando y fomentando una atmósfera familiar de tranquilidad, conciencia y equilibrio.

Texto de Maureen Garth, del libro “Luz de las estrellas”


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